domingo, 18 de abril de 2010

Participación Urbana: Intro desde el graffiti 1

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"Muros blancos, mentes vacías"
Grafiti urbano

Introducción

El grafiti, es un hecho que en el contexto nacional ha empezado a tomar cierta relevancia desde lo jurídico a causa del estudio en el Congreso de una iniciativa dirigida a regular las expresiones en el espacio público; esta iniciativa traduciría en acción el imaginario de criminalización que hasta hoy rodea esta personalización del espacio público.

Desde el urbanismo, han existido distintas tendencias en torno a la utilización del ornamento, las cuales se han visto matizadas por los mandatos constitucionales en torno al desarrollo participativo de los espacios públicos y de la necesidad de intervenir en estos para identificarse como ciudadanos.

Dentro del presente artículo se busca hacer un acercamiento desde el urbanismo a la concepción jurídica del grafiti, reconociendo su naturaleza única y la regulación que sobre esta expresión recae, realizando algunas anotaciones en torno a la naturaleza participativa de la creación de los espacios públicos.

Desde luego, el análisis no busca ahondar de manera exhaustiva en cada una de las esferas jurídicas que encuadran al grafiti. Por el contrario, a penas busca enunciar unos problemas que se observan en torno a esta expresión precisando únicamente la necesidad del derecho de ahondar en estos temas.

En el primer capítulo, se observará desde la óptica del arquitecto Adolf Loos, las tendencias urbanísticas de criminalización del ornamento, considerándolo como un aspecto prescindible de la arquitectura cercano a las concepciones criminológicas del positivismo y el funcionalismo; luego se observará el trabajo de la firma Herzog y De Meroun, quienes reconocieron en el grafismo y en el ornamento un medio expresivo de la arquitectura, retomando la posibilidad a hablar de la fachada o piel arquitectónica como medio de expresión urbano.

En el segundo capítulo, se revisa la naturaleza del grafiti diferenciándolo en lo jurídico de las demás expresiones urbanas; en este aparte se realiza una tipología de los diferentes grafitis en razón a su contextualización mostrando la complejidad que representa prohibirlo desde el derecho por las legitimizaciones excepcionales que se presentan en el ejercicio de esta intervención urbana.El tercer capítulo, observa el engalle como forma autóctona de intervención urbana desde la participación ciudadana, en la que los grafismos y el ornamento pueden llegar a ser patrimonio cultural alejándose de la concepción criminal de estos.

Finalmente, a modo de conclusión se observa la necesidad de establecer políticas de diseño participativo evitando la normalización de los espacios públicos analizando las posibles limitantes a los derechos fundamentales que se puedan presentar como consecuencia de una inadecuada regulación de la expresión en el espacio público.

Capítulo I
Ornamento: delito o expresión

En 1908 Adolf Loos, el reconocido arquitecto vienés ataca el uso del ornamento en la arquitectura con el texto Ornamento y delito. Allí propone una serie de ejemplos en donde expone el uso del ornamento como un elemento perjudicial para la cultura:

“Los rezagados retrasan el desarrollo cultural de los pueblos y de la humanidad, pues el ornamento no sólo es producto de delincuentes, sino que constituye un delito por cuanto perjudica gravemente la salud de los hombres, el patrimonio nacional y su desarrollo cultural”

Para Loos, es sintomático el hecho de que en las prisiones, el ochenta por ciento de los reclusos presenten tatuajes; el arquitecto se refiere a los tatuados como delincuentes en potencia o aristócratas degenerados. También encuentra síntomas de erotismo y degeneración, presentes tanto en las pinturas rupestres como en los primeros rayones de los niños en las paredes . Estas expresiones parecieran incrementar el grado de peligrosidad en sus actos.

Para él existe la necesidad de respaldar su propio lenguaje expresivo (ausencia de ornamento es signo de fortaleza intelectual y civilización ) así como el espíritu de fe en la maquina (procesos industrializados, por encima de procesos artesanales) característica de la arquitectura del movimiento moderno . Para Loos esta idea resulta en el sueño de la imagen de una ciudad ideal donde las personas encuentran placer en cajas de cigarrillos sencillos, son felices en la austeridad y gozan de no ser considerados monos de feria por llevar atuendos extravagantes :

“Si quiero comer un trozo de pastel escojo uno bien liso, y no uno decorado con un corazón o un niño en pañales o un jinete, completamente cubierto de ornamentos” .

Este arquitecto pareciera encontrar influencias dentro del positivismo criminológico , en donde se utiliza el causalismo para hallar razones dentro del delincuente, para intervenir con fundamento en su peligrosidad sin observar su culpabilidad dentro de un hecho jurídico; esta escuela observaba la necesidad de realizar profilaxis en razón al autor y no al hecho criminal . Autores modernos, como Günter Jakobs, observan igualmente la necesidad de anticipar la punibilidad de los actos que puedan representar peligrosidad utilizando el derecho penal del enemigo aún en las esferas ciudadanas .

Desde esta óptica y siguiendo a Loos: los ciudadanos “criminales en potencia” habitan en ciudades genéricas y normativizadas, sin campo para lo espontáneo. Existen similares versiones cinematográficas de este sueño como Alphaville y Fahrenheit 451 en donde se transfiere la potestad regulatoria a una maquina, o donde el gobierno criminaliza la posesión de libros.

Todavía hoy, los esfuerzos por mecanizar la vida urbana han resultado inútiles. En Latinoamérica el éxito de Brasilia , aún no se ha consolidado como experimento de tendencias funcionalistas europeas; igualmente la “Ciudad Moderna”, promovida por los CIAM, abstrajo las funciones de los ciudadanos a habitar, circular, trabajar y recrearse obteniendo fuertes criticas a partir de los años 60’s en Europa con el Team X .

Igualmente en los suburbios americanos como el Celebration de Florida , los habitantes viven en conjuntos cerrados, en los cuales el nivel de normatividad llega a definir prácticamente todo; tamaños, formas e incluso el color de las pinturas internas de las casas. Esto logra dar a los habitantes la idea de un resguardo, sostenida en la idea de abstracción, seguridad, regularidad y el ansiado aislamiento del las dinámicas presentes en la ciudad.

El derecho urbanístico y las reglas referidas a ordenamiento territorial y de desarrollo urbano configuran un universo jurídico que encuadra de alguna manera el desarrollo de las ciudades, regularizándolas, creando una seguridad respecto del orden de los espacios y al mismo tiempo abstrayendo al ciudadano de los avances propios de la ciudad siendo estos avances ajenos a la participación de los ciudadanos, usuarios finales de la ciudad.

Grafismo en arquitectura contemporánea

En la arquitectura contemporánea, Herzog y De Meuron han trabajado el tema de la piel arquitectónica como medio expresivo, recurriendo a técnicas como la serigrafía sobre concreto o sobre vidrio y aplicando de esta manera recursos visuales como los empleados por Andy Warhol. Estos arquitectos han desarrollado nuevas relaciones entre lo interior y exterior de las edificaciones, con ejercicios generadores de nuevos sentidos en estos, como por ejemplo en el almacén de Ricola; trasladando cualidades de la piedra al vidrio, mediante la ilusión de textura causada por la serigrafía creando una memoria grafica al resaltar las imágenes históricas de la ciudad repetidas a lo largo en la fachada de la biblioteca de la Fachhochschule Eberswalde .


En un sentido clásico, el grafismo ha tenido un lugar en relación con la composición total del edificio, una relación de las partes con la unidad teniendo en cuenta la proporción y la armonía presente en sus elementos constitutivos. En la arquitectura de Herzog y De Meuron los espacios para el grafismo han sido concebidos buscando resultados específicos, y desarrollados en talleres de manera prefabricada.

En edificios como el de la Ciudad de Flamenco utilizan el sincretismo del grafiti aplicado a la arquitectura, apropiándose de este lenguaje urbano para simular el trazo característico del grafiti, esta operación lo despoja de su naturaleza volviéndolo inmutable y permanente, abstrayendo su imagen más no su significante.


Fachhochschule Eberswalde

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